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Diagnóstico del déficit de atención

Publicamos un artículo del doctor Jordi Catalán, colaborador habitual de nuestros cursos en el Aula de Formación, sobre el Déficit de Atención y la importancia de su diagnóstico. El doctor Catalán es uno de los ponentes de nuestro curso sobre el TDAH.

La atención puede estar alterada por la presencia de Déficit de Atención, en este caso será una patología primaria o puede ser secundario a otros trastornos, es decir un síntoma de un trastorno complejo.

En todo momento me voy a referir al desarrollo de las actividades escolares, la alteración de la atención solo adquiere importancia cuando el niño tiene que enfrentarse al aprendizaje. El niño puede tener algunas alteraciones funcionales o estructurales que generan dificultad para seguir las actividades académicas que le corresponden por edad. Cuando estas disfunciones están presentes el niño no integra o hace grandes esfuerzos para integrar los conocimientos. Con facilidad pierde la atención cuando se están exponiendo en el aula o cuando tiene que resolver tareas académicas que no entiende o le resultan muy difíciles.

Voy a enumerar las alteraciones más frecuentes:

Tener un nivel madurativo que no se corresponde a la edad. Hay que tener en cuenta que el principal, por no decir el único, parámetro para asistir a un aula determinada es la edad. No importa ser de enero o de diciembre del mismo año. No importa si tu desarrollo es muy inmaduro por haber nacido prematuro. Si has tenido problemas importantes en la adquisición del lenguaje (factor fundamental para el aprendizaje de la lectoescritura). Si has sido adoptado y durante los primeros años de vida no has recibido los estímulos afectivos y sensoriales, si estas impregnado de miedo, de soledad, si has empezado a conocer el idioma en el que vas a aprender a los dos, a los tres años…

En la práctica es muy difícil repetir curso antes de iniciar la Primaria (6 años), con lo cual, en muchas ocasiones, se acostumbrará a no estar atento en el aula por no estar preparado para integrar las instrucciones académicas que imparte el educador.

También se dice que ya repetirá en la Primaria y como los dos primeros años son el llamado Ciclo Inicial, se repetirá cuando termine el segundo de Primaria, con el trauma que conlleva dejar el grupo de compañeros que han compartido cinco años contigo. A veces para evitar esta situación se le promociona de curso y pasa a formar parte de los que no prestan atención. En estos casos empezarán a vivir la escuela como un peligro para su integridad emocional, ya empiezan a sentirse menos dotados que sus compañeros. Los aprendizajes que se proponen como base de preparación a los conocimientos más profundos se adquieren de forma desordenada. Se inicia el fracaso.

Otro aspecto es la baja motivación. Es muy, muy frecuente que en las etapas de preescolar no se detecten los niños de altas capacidades. Aprenden con tanta facilidad que se “ausentan” del aula por haber integrado el conocimiento a la primera o ya lo traían aprendido de casa. Se acostumbran a no escuchar, a no participar… excepto si el tema les atrae de forma especial, entonces son brillantes. Pero han iniciado la andadura de ser diagnosticados de padecer Déficit de Atención.

Merecen especial atención los niños superdotados en lo artístico. Pequeños genios dotados para el dibujo, para la creatividad, la imaginación… pero en el aula no se puede imaginar, hay que hacer las tareas que están previstas en el programa, las fichas, las letras, los números… No te distraigas!!! No pierdas el tiempo!!! Para ellos el tiempo no existe, viven con gran intensidad el momento actual, les cuesta diferenciar el ayer, el hoy y el mañana, los días de la semana, leer el reloj… están en las nubes, en su maravillosa nube.

Hay niños con historias de otitis muy frecuentes, en algunos casos de gran intensidad. Se sospecha que pueda haber cierta pérdida de audición, pero no se puede hacer una audiometría fiable por ser demasiado pequeño. A veces hay temporadas de ocupación de moco en el oído medio, sin supuración, por lo tanto subclínicas, pero que impiden una correcta audición del lenguaje. Hay que recordar que durante los primeros años de vida el niño no habla, pero oye, empieza a estructurar las bases del lenguaje.

Hay que prestar especial atención a los niños que tienen retraso en la adquisición del lenguaje o que pronuncian mal y no tienen razones físicas que lo expliquen (frenillo corto…), a los niños que les llamas y no atienden, a los que hablan gritando, a los que no saben cantar, ponen la tele muy alta, miedo a los ruidos inesperados o fuertes… Pueden tener una mala escucha. Se puede oír bien y escuchar mal. No interpreta con facilidad el mensaje verbal, le cuesta filtrar los sonidos, no puede diferenciar un ruido de una palabra, se distrae con mucha facilidad ante la presencia de sonidos… El principal estímulo de la atención es tener una buena capacidad de escucha. Todos estos niños con baja escucha se comportan en el jardín de infancia o en el aula de preescolar como niños poco participativos, no siguen las consignas, algunos de ellos copian las acciones de los demás por no poder interpretar las consignas…

Tener una buena visión es imprescindible para aprender a leer. Cuando un niño no tiene comprensión lectora hay que descartar la presencia de problemas visuales y/o auditivos. Es frecuente que en los antecedentes de niños que tiene dificultad en la lectura se indiquen problemas de estrabismo, ambliopía… y torpeza motriz. Niños con mala coordinación para realizar movimientos gruesos, no saben andar en bicicleta, son torpes en los juegos con pelota… estos niños tienen también dificultad para realizar movimientos precisos con los globos oculares, se pierden al leer, saltan de línea, inventan las palabras, les cuesta copiar del libro y mucho más de la pizarra… todo ello les produce fatiga y abandonan. Dejan de prestar atención en las tareas en las que se practica la lectura, es un esfuerzo muy importante.

Otro aspecto muy importante para desarrollar bien las tareas escolares es tener una buena organización lateral. La lateralidad nos muestra el orden que tiene el Sistema Nervioso Central para desarrollar las tareas culturales. Desde pequeño se debe poner orden a las diferentes funciones cerebrales. A través del movimiento, reflejos primarios, coordinación homolateral, contralateral… se da orden a los circuitos cerebrales. Cuando nos encontramos con un niño de lateralidad tardía, lateralidad contrariada, con cruce lateral… podemos afirmar que le costará poner orden a las coordenadas espaciales, le costará hacer una correcta distribución del papel, escribirá números al revés, tendrá dificultad para orientar las operaciones matemáticas… Hay que detectar con precocidad los problemas de lateralidad para evitar el fracaso.

No podemos olvidar los niños que en el aula están pensando en sus propios problemas. Niños especialmente sensibles, niños que viven con especial intensidad acontecimientos que se consideran casi normales en nuestros días, pero que a ellos les afectan de forma especial, la separación de los padres, vivir entre dos mundos, entre dos afectos, recibir el rechazo de los compañeros, tener otro color de piel, convivir con la muerte traumática de un familiar, problemas de convivencia familiar… ¿Qué importancia tendrá para ellos aprender, cuando está en riesgo su propia identidad emocional?

Es de dominio general el saber de la importancia del descanso. El sueño debe ser reparador, tiene que permitir reorganizar los aprendizajes del día y preparar al Sistema Nervioso Central para afrontar con frescura el nuevo día. ¿Cuántos son los niños que descansan las horas suficientes? ¿Cuántos son los niños pequeños que despiertan a medianoche con terrores nocturnos? ¿Los que despiertan para ir a dormir con sus padres? Siempre que hay trastornos de sueño hay que tratarlos, para disminuir la falta de atención.

Recientes estudios demuestran que cuando empieza el día son pocos los niños que desayunan convenientemente. ¿Con que nivel de atención se pueden abordar las primeras horas del día, después de haber ingerido el último alimento, en la cena, trece o catorce horas antes? ¿Es suficiente el nivel de glucemia para alimentar las neuronas en su trabajo de aprendizaje y de atención? Estos son los aspectos más frecuentes que pueden generar el síntoma de baja atención. No son los únicos, pero considero que son suficientes para ver la complejidad del tema. Muchas veces estas problemáticas conviven, por lo que el problema es más intenso y el diagnóstico diferencial más difícil.

Si están presentes, es evidente que primero hay que abordar e intentar solucionar el o los problemas de base y después de un tiempo valorar si se producen cambios en la calidad de la atención.

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