Optometría

Todo lo que necesitas saber sobre la Optometría

¿Qué es la Optometría?

La Optometría es una profesión joven. Los primeros ópticos-optometristas titulados en nuestro país llegaron hacia el 1956, y hoy se enseña en la universidad, donde se imparten grados, másters y doctorados.

La Optometría es la ciencia que estudia el desarrollo y el funcionamiento del sistema visual, sus alteraciones no patológicas y los tratamientos ópticos y optométricos, así como las normas de salud e higiene visual. El objetivo del optometrista es, pues, prevenir, detectar y resolver problemas visuales para poder mejorar la eficacia y el rendimiento del sistema visual.

El optometrista identifica el origen de la disfunción visual y orienta el tratamiento o proporciona la terapia más adecuada en cada caso.

¿Qué es la Optometría Comportamental?

La Optometría Comportamental va más allá, al dedicarse a la influencia de la visión en nuestro comportamiento. No nos interesa tanto la cantidad, si no la calidad de la visión, a partir de la idea que ver bien es algo más que reconocer caracteres u objetos a cierta distancia. Se trata de identificar objetos y símbolos, darles el valor y el sentido que tienen; decodificar y procesar informaciones visuales, almacenar y recuperar patrones de visión… Para que esto sea posible, es necesario que los órganos y funciones del sistema visual trabajen de forma coordinada. Cuando esto no ocurre es cuando interviene el optometrista comportamental. Esta disciplina trabaja a partir de profundos conocimientos en neurofisiología, desarrollo motor y cognitivo, o terapias psicopedagógicas, de forma que permite incidir sobre trastornos del aprendizaje o reeducación visual.

¿Cómo trabajamos?

A partir de una evaluación individual del sistema visual, diseñamos terapias pensadas para ayudar a desarrollar habilidades y, así, mejorar el rendimiento escolar, laboral o incluso deportivo. En algunos casos, utilizamos técnicas más específicas, como la fototerapia optométrica Syntonic, muy efectiva en determinadas disfunciones visuales, como los estrabismos, la ambliopía o problemas binoculares y acomodativos que a menudo influyen en el comportamiento.

A partir de una buena y correcta evaluación se puede mejorar la calidad visual y, por lo tanto, se aportan soluciones a problemas asociados a la falta de rendimiento. Se trata, en definitiva, de mejorar las habilidades visuales con el objetivo de obtener mejoras en el aprendizaje.