Ya he dicho en alguna ocasión que encuentro fascinante el funcionamiento de nuestro cerebro, especialmente la plasticidad cerebral y su relación con la terapia visual. Es un órgano que cada vez conocemos mejor. La plasticidad cerebral y la terapia visual son características clave en el funcionamiento del cerebro, ya que se refieren a la capacidad que tiene este órgano para cambiarse a sí mismo.
La Plasticidad Cerebral: Cambios y Adaptación
La plasticidad cerebral es la capacidad que tiene el cerebro para cambiar su estructura y función como respuesta a la experiencia, el aprendizaje y el desarrollo. Debemos considerarla una propiedad fundamental del sistema nervioso. La plasticidad permite que el cerebro se adapte y modifique a lo largo de la vida. Los millones de neuronas interconectadas que tiene el cerebro forman una red compleja que puede cambiar en respuesta a los estímulos exteriores que se reciben.
Cambios en las Conexiones y Plasticidad Funcional
Estamos hablando de cambios en las conexiones, donde se crean nuevas sinapsis y nuevas conexiones neuronales. Pero también hablamos de plasticidad funcional: nuestro cerebro es capaz de reorganizar sus funciones cuando una parte del cerebro está dañada debido a alguna lesión, ya que otras áreas cercanas pueden asumir las funciones de la parte dañada.
El Cerebro Mantiene la Capacidad de Cambio Durante Toda la Vida
Si bien es durante la infancia cuando la plasticidad cerebral es más pronunciada, el cerebro mantiene esta capacidad de cambio durante toda la vida. Es una propiedad del cerebro con importantes implicaciones en educación y rehabilitación.
La Importancia de la Plasticidad Cerebral en la Terapia Visual
Hablamos de plasticidad cerebral porque esta característica desempeña un papel fundamental en la terapia visual. Cuando diseñamos un programa de terapia visual para corregir alguna disfunción visual, lo que hacemos es enseñar al cerebro el camino correcto para corregir esta anomalía. El modo más eficaz de conseguirlo es a través de la repetición de ejercicios que buscan reforzar nuevas conexiones neuronales, las cuales mejoran la función visual. En casos como el estrabismo o la ambliopía, enseñamos al cerebro a utilizar correctamente los dos ojos. Aunque se prescriban gafas para corregir problemas refractivos, la terapia visual proporciona soluciones más eficaces para determinados problemas visuales.
La Importancia de una Buena Visión
Porque quien ve es el cerebro a través de la información que le llega a través de los ojos. Por lo tanto, hablar de una buena visión es hablar de unos ojos sanos que captan de la mejor manera posible la información, pero también es hablar de cómo el cerebro procesa esta información. Solo cuando estos dos aspectos funcionan correctamente podemos hablar de una buena visión.
