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Percepción Visual: El fascinante mundo de las ilusiones ópticas

A nuestro cerebro se le puede engañar. Y las ilusiones ópticas no son otra cosa que una forma de engañar a nuestro cerebro, de hacerle ver cosas que no son lo que parecen. Jugar con la luz, el color, los patrones, las sombras nos puede servir per crear imágenes que engañan. La información que capta el ojo es procesada por el cerebro y crea una percepción que, en realidad, no es verdadera. El cerebro no interpreta correctamente la información que le llega a través de los ojos.

Esto ocurre porqué nuestr cerebro trata de interpretar lo oque vemos y darle un sentido coherente con el mundo que nos rodea. Con las ilusiones ópticas, engañamos alcerebro para que vea cosas que no son reales.

En este mismo blog hemos publicado otros artículos sobre ilusiones ópticas. En esta ocasión hemos elegido algunos artistas que basan su trabajo en este fenómeno, que buscan engañar al cerebro, jugar con la percepción de quien contempla la obra. En algunos casos, las intervenciones artísticas están instaladas en plena calle, generando una interacción muy cotidiana con el espectador, de quien buscan una reacción sensorial. Son obras que suelen generar sorpresa.

Esta instalación artística está en París, y es obra de François Abelanet. Una esfera con césped de la que salen árboles y sobre la cual han podido subir varias personas. Sin embargo, si nos desviamos del punto exacto desde donde está hecha la foto, veremos que se trata de un engaño, un juego del artista para generar una falsa percepción de la realidad. Fijémonos en la misma instalación, desde otro ángulo:

En esta caso, el juego con la perspectiva, la figura esférica y las líneas blancas que forman un patrón es lo que nos da esta sensación.

Fijémenos en esta otra imagen:

Cuesta imaginar cómo debía ser la pericia del albañil a la hora de construir las formas de esta increíble fachada. Pero no es la pericia del albañil, sinó la del artista italiano Peeta, que ha hecho evolucionar su arte callejero que empezó con el grafitti hacia la abstracción. Sus intervenciones en edificios y espacios públicos son espectaculares, y las fachadas imposibles parecen reales. Las paredes de esta casa de Mannheim (Alemania) son planas y lisas como las de la inmensa mayoría de fachadas. El artista consigue engañarnos, utilizando técnicas de arte en 3D que las actuales herramientas digitales han ayudado a expandir. Cuando vemos dibujos animados en una pantalla, tenemos sensación de profundidad cuando lo que estamos viendo una superficie plana.

Otro artista, el argentino Leandro Erlich, diseñó una instalación interactiva en Hackney, pegado a Londres. Se trata de Dalston House, una obra interactiva, efímera, que invitaba al público a formar parte de la obra simulando situaciones imposibles, como las que se ven en esta imagen:

Lo que vemos podría ser el efecto de un terremoto, o el ejercicio de unos arriesgados acróbatas. Pero la instalación, encargada por la galería de arte Barbican tiene truco. Un gran espejo es la clave:

En realidad, la fachada está en el suelo, y lo que se ve en la foto anterior es el reflejo de lo que está en el suelo en un gran espejo montado con un ángulo de 45 grados en relación al plano de la calle.

Todas estas instalaciones juegan con la percepción visual, con lo que el cerebro interpreta de la información que le llega a través de los ojos. Los artistas juegan a engañarnos, y nosotros, los espetacores, aceptamos el juego del engaño. Y nos sirve también para valorar la importancia que tiene la percepción visual en el proceso de aprendizaje. Si no interpretamos bien lo que vemos, podría decirse que vivimos en un mundo irreal, como el que crean los artistas.