Problemas de aprendizaje y TDAH

Terapia Visual

¿Es posible que un niño tenga una vista del 100% y aún así tenga un problema visual?

Cuando se le pregunta a la gente cuál es la definición de “buena visión”, las respuestas más comunes son:
“Tener buena visión es…
La capacidad de ver las letras más pequeñas de la pantalla”.
Ver el 100% de las letras que enseñan en la consulta”.
Ver las cosas nítidas”.
Aunque existe algo de validez en estas respuestas, tener buena visión comporta mucho más.

¿Qué es buena visión?

La optometría (que es la ciencia que trata de la visión) considera que una buena visión se compone de tres componentes:

  • La capacidad para ver el detalle más pequeño (claridad).
  • La capacidad de leer o usar los ojos durante largos períodos de tiempo sin fatiga y tener una buena coordinación ocular (confort).
  • La habilidad para analizar e interpretar los estímulos visuales (habilidades de procesamiento visual).
Capacidad para ver los detalles más pequeños

Tener el 100% de vista es importante. De todas maneras ver claro no es garantía de una visión cómoda. Hay muchos individuos que aunque ven claramente tienen muchas dificultades para leer o para concentrarse durante períodos que duren más que unos pocos minutos.

Condiciones tales como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo pueden producir visión borrosa. Estas condiciones son, en general, fácilmente tratadas con gafas lo que permite restaurar una visión nítida.

Habilidad para procesar la información visual

La habilidad para analizar e interpretar los estímulos visuales se conoce como procesamiento visual o habilidades de percepción visual. La capacidad de procesamiento visual es un aspecto importante de la visión.

Sólo porque un niño vea clara y confortablemente no garantiza que sea capaz de utilizar la información que le llega.

Estas habilidades son importantes cuando un niño es pequeño y está aprendiendo el reconocimiento de letras y de números, la lectura o los primeros conceptos matemáticos. En algunos niños el desarrollo de las habilidades de percepción visual no sigue el mismo ritmo que el crecimiento del niño en otras áreas. Este tipo de retraso puede conducir a dificultades en los primeros años escolares.

Capacidad para ver cómodamente

Muchos niños pueden ver claramente y aún así presentar problemas visuales significativos. Cuando se les examina en los chequeos escolares pasan bien la prueba a pesar de tener problemas visuales que interfieren en su capacidad para ver cómodamente.

Las condiciones tales como los problemas de coordinación, de enfoque y de seguimiento de los ojos pueden causar una cierta molestia durante la lectura. Si un niño tiene dificultades en controlar la coordinación de sus ojos, es incapaz de mantener el enfoque o tiene dificultades en desplazar sus ojos a lo largo de una línea durante la lectura, seguramente necesitará realizar un esfuerzo extra para superar estos problemas que le llevan a incomodidad.

¿Cuándo se puede sospechar que un niño tiene un problema visual?

Si el niño tiene alguno de los síntomas o comportamientos que se detallan a continuación, debería someterse a un examen optométrico completo diseñado para detectar problemas de la visión que puedan interferir en el aprendizaje.

Síntomas que pueden indicar que un niño tiene un problema visual

Problemas de coordinación ocular, enfoque y seguimiento
  • Se tapa o cierra un ojo cuando lee.
  • Se frota los ojos.
  • Se queja de molestias en los ojos.
  • Se queja de dolor de cabeza.
  • Se queja de visión doble.
  • Se queja de que las palabras parecen moverse en la página.
  • Se queja de visión borrosa.
  • Está cansado al final del día.
  • Sostiene las cosas muy cerca.
  • Se pierde de lugar de lectura con frecuencia.
  • Tiene que usar el dedo o una guía para mantener el lugar.
  • Con frecuencia se salta de línea o palabras.
  • Muy mala comprensión lectora.
  • Capacidad de atención reducida.
Problemas de procesamiento visual
  • Dificultad en aprender derecha e izquierda.
  • Gira las letras y los números.
  • Se equivoca con las palabras que empiezan de forma similar.
  • No puede reconocer la misma palabra que se repite en la página.
  • Dificultad en aprender conceptos matemáticos básicos de tamaño y magnitud.
  • Mala comprensión lectora.
  • Mala habilidad en recordar material que se le ha presentado visualmente.
  • Dificultad con el vocabulario y la ortografía.
  • Malas habilidades de escritura; borra excesivamente.
  • Dificultad en copiar de la pizarra al cuaderno.
  • Responde bien oralmente, pero no de forma escrita.
  • Parece conocer los temas, pero en los exámenes escritos lo hace mal.

¿Qué puede hacerse si se detecta un problema?

Si se detecta un problema visual que interfiera en el aprendizaje podemos prescribir corrección óptica y/o un programa de terapia visual específicamente diseñado para tratar este tipo de problemas.

La TERAPIA VISUAL es una forma de tratamiento basado en una serie de actividades cuidadosamente seleccionadas y secuenciales para el paciente. El éxito de la terapia visual ha sido bien documentado en artículos científicos.

TDA-H

El Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDA-H) puede tener un origen genético, pero en muchas ocasiones lo causa una inmadurez del sistema nervioso: por alguna razón, el cerebro del niño no ha madurado lo suficiente para que las redes nerviosas se desarrollen y las diferentes partes del cerebro se conecten correctamente.

Esta inmadurez del sistema nervioso presenta algunos síntomas:

  • Niños con problemas de procesamiento visual: Miran pero no ven.
  • Niños con problemas de procesamiento auditivo: Oyen pero no escuchan.
  • Retraso psicomotor. Problemas de lateralidad.
  • Dificultades de aprendizaje.
  • Mala gestión de las emociones.

Los niños con habilidades visuales ineficaces presentan resultados más pobres en las pruebas de atención, en comparación con sus compañeros con unas correctas habilidades visuales. Esto les lleva a tener que realizar un mayor esfuerzo para reunir la información de una forma clara y simple. Presentan, en definitiva, problemas de percepción y cognición.

En estos casos, la terapia visual puede ser muy útil. A menudo, los síntomas que presentan estos desórdenes se deben a problemas visuales que no han sido detectados y, por lo tanto, no han sido tratados de modo adecuado. El resultado es que niños con disfunciones en las habilidades visuales y el procesamiento de la información visual, y especialmente cuando afectan a funciones ejecutivas, han sido diagnosticados de TDA-H. Por ejemplo, los niños con insuficiencia de convergencia tienen tres veces más posibilidades de ser diagnosticados de TDA-H que los que no, ya que deben de realizar un gran esfuerzo para mantener sus ojos alineados en visión próxima mientras leen o escriben.

De hecho, diversas investigaciones han demostrado que un porcentaje significativo de los niños que presentan problemas de aprendizaje, incluidos los que padecen TDA-H, tienen algún tipo de problema visual, que puede solucionarse mediante un buen programa de terapia visual.

En este vídeo hablamos de la relación de la optometría comportamental y el TDAH y de la importancia de un buen diagnóstico diferencial para dara con la terapia adecuada para superar los problemas de déficit de atención.

Desde el Aula de Formación Elisa Aribau te recomendamos el curso: Abordaje del TDAH en el Aula y el Gabinete. La otra cara del déficit de atención.