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Motricidad fina. Actividades y ejercicios

La Motricidad Fina es la coordinación de los movimientos musculares pequeños que ocurren en partes del cuerpo como los dedos, generalmente en coordinación con los ojos. En relación con las habilidades motoras de las manos y los dedos, el término destreza se utiliza comúnmente. Cuando se aplica a la teoría de la aptitud humana, esto se llama “la destreza manual”. El alto nivel de destreza manual que los seres humanos exponen puede atribuirse a la manera en que las tareas manuales son controlados por el sistema nervioso.

Los movimientos de la mano son iniciados por comandos procedentes de una región de la corteza motora primaria que contiene un alto número de neuronas corticoespinales (CST), especializado neuronas, denominadas células corticomotoneuronal (CM). Las Células CM descienden a la médula espinal para formar conexiones monosinápticas con las neuronas motoras del asta anterior. La investigación ha demostrado que estas conexiones monosinápticas pueden dar cuenta de la gran cantidad de destreza manual observada en primates, incluyendo seres humanos.

Tipos de habilidades motoras

Las habilidades motoras son los movimientos y las acciones de los músculos. Se clasifican en dos grupos: las habilidades motoras gruesas y la motricidad fina.
Las habilidades motoras gruesas implican el movimiento de los brazos, las piernas, los pies o el cuerpo entero. Esto incluye acciones tales como correr, gatear, caminar, nadar y otras actividades que involucran a los músculos más grandes.
Las habilidades motoras finas son los pequeños movimientos que se producen en las manos, muñecas, dedos, pies, dedos de los pies, los labios y la lengua. Son las pequeñas acciones que se producen, como recoger objetos entre el pulgar y el dedo índice, usando un lápiz para escribir con cuidado, sosteniendo un tenedor y usarlo para comer y otras tareas de músculos pequeños que se producen a diario.

Estas dos habilidades motoras se desarrollan juntas y afectan en gran medida la coordinación del niño. A través de cada etapa de desarrollo de la vida de un niño, niñez temprana, preescolar y en edad escolar, las habilidades motoras se desarrollan gradualmente y entre los 6 y 12 años de edad, los niños por lo general han llegado a dominar las habilidades básicas de motricidad fina. Estas se mantendrán desarrollando con la edad con la práctica y el mayor uso de los músculos mientras se practican deportes, tocar un instrumento, usar la computadora y la escritura.

Los problemas más comunes

Las habilidades motoras finas pueden deteriorarse. Algunas de las razones para el deterioro podría ser una lesión, enfermedad, accidente cerebro vascular, deformidades congénitas, parálisis cerebral y discapacidades del desarrollo. Los problemas con el cerebro, la médula espinal, los nervios periféricos, los músculos o las articulaciones también pueden tener un efecto en las habilidades motoras finas y disminuir el control. Si un bebé o un niño menor de cinco años de edad no está desarrollando sus habilidades motoras finas, va a mostrar signos de dificultad para controlar los movimientos del cuerpo coordinados con las manos, los dedos y la cara. En los niños pequeños, el retraso en la capacidad de sentarse o de aprender a caminar puede ser una señal temprana de que habrá problemas con las habilidades motoras finas. Los niños también pueden mostrar signos de dificultad con tareas como cortar con tijeras, dibujar líneas, doblar la ropa, sostener un lápiz, escribir y cerra una cremallera. Estas son tareas que implican habilidades motoras finas, y si un niño tiene dificultad con éstos, podría tener una mala coordinación ojo-mano y podría necesitar terapia para mejorar sus habilidades.

Actividades y ejercicios para trabajar la motricidad fina
  • Juegos con pelotas blandas: de goma, papel, tela, esponja… pelotas duras: plástico, tenis, cuero…; También se pueden utilizar pelotas con diferentes superficies y tamaños.
  • Lanzar y recoger pelotas, lanzar pelotas a un espacio señalado en la pared o en el suelo modificando las distancias.
  • Abrir y cerrar pinzas normales de la ropa utilizando el índice y el pulgar (hay que buscarlas que no sean muy duras), también pueden usarse con cartones para pinzarlos alrededor. Se puede hacer lo mismo con cuerdas colocadas a una altura que tengan que estirarse, porque considero que son buenas para realizar estiramientos y  para trabajar la pinza escribana, puesto que favorecen, posteriormente, la prensión y prensión del lápiz.
  • Se pueden hacer pelotas, rasgarlo, pellizcarlo, doblarlo, mojarlo…
  • Les suele gustar jugar con ella: pueden alisarla, hacer dibujos, agarrarla y soltarla poco a poco…
  • Ejercicios de los miembros superiores encaminados a favorecer el tono muscular de brazos, manos y dedos, etc.

    Ejercicios de brazos:

  • Acostados en el suelo con los brazos un poco separados del cuerpo levantar y dejar caer los brazos relajadamente.
  • Con las manos encima del pecho, una encima de otra, levantar los codos.
  • Poner los brazos en cruz con las palmas de las manos apoyadas en el suelo y arrastrarlas hasta pegarlas al cuerpo.
  • Estirar los brazos fuertemente hacia arriba, bajarlos y “dejarlos descansar”.
  • Con los brazos en cruz, levantarlos unos 10 centímetros del suelo alternándolos, y  a continuación descansar.
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    Ejercicios de manos:

  • Abrir y cerrar las manos, primero despacio y luego más de prisa.
  • Abrir y cerrarlas alternativamente (al principio muy despacio).
  • Con la mano dominante cerrar el puño encima de la mesa e ir sacando los dedos uno a uno. Como al principio les cuesta trabajo, animábamos este ejercicio tocando el piano imaginario encima de la mesa.
  • Poner una palma pegada a la otra y hacer círculos sin “despegarlas” en distintas direcciones.
  • Con los dedos entrelazados y frotando la palma de las manos, moverlas para dentro y para fuera sin que los dedos dejes de estar entrelazados. Cuando realizamos ejercicios que conlleven algo de tensión, como en este caso, al terminarlos sacudíamos las manos para relajarlas.
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    Ejercicios de dedos:

  • Con la mano estirada sobre la mesa y los dedos juntos, ir separándolos uno a uno con la ayuda de la otra mano mientras sea necesario.
  • Levantar los dedos de la mesa uno a uno, primero con ayuda hasta que pueda hacerse sin ella.
  • Arrastrar la mano o arrastrar uno, dos, tres… dedos por una superficie lisa, rugosa, con arena, sobre diferentes tipo de papel, madera…(sirve para sensibilizar las yemas de los dedos).
  • Tocar los diferentes dedos de la mano con el dedo pulgar de esa mano por orden y empezando por el meñique.
  • “Andar” con la palma de la mano (como los elefantes) ejerciendo presión sobre la superficie o con las cinco puntas de los dedos (como las los gatos) suavemente.
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