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Integración bilateral: etapas de integración bilateral para leer, escribir y cruzar la línea media

A medida que su hijo crece resulta divertido ver cómo alcanza los hitos del desarrollo que lo preparan para el aprendizaje. Uno de estos hitos es el inicio de la lateralización, el progresivo camino hacia el dominio del lado derecho o izquierdo. Con el tiempo, su hijo comenzará a mostrar signos que permiten comprovar cómo favorece una mano o pie sobre la otro, lo cual sirve para ir adaptando al cuerpo para la escritura y para los deportes. Es lo que llamamos dominio lateral. El dominio lateral se refiere al uso preferente de un lado, o la inclinación para favorecer el uso de una mano, un ojo o un pie en actividades que requieren habilidad sobre el otro lado del cuerpo. A medida que este proceso se va concretando, el cuerpo va aprendiendo nuevas habilidades y viviendo nuevas etapas del desarrollo. La integración bilateral es una de estas etapas de desarrollo

Por qué es importante la lateralización

El objetivo es que los niños establezcan dominancia lateral para prevenir los retos de aprendizaje a medida que crecen. Las lagunas en el aprendizaje pueden deberse a una coordinación bilateral deficiente y a un dominio mixto, lo que puede impedir que su hijo siga el rastro, lea, escuche al profesor, comprenda y utilice un lenguaje expresivo y receptivo.

Integración Bilateral

Podríamos definir la integración bilateral como la coordinación ordenada de las dos partes del cuerpo. Esto incluye las manos, los ojos, los brazos, las piernas, los pies y el cerebro. El niño debe desarrollar una coordinación bilateral en todas las partes del cuerpo para realizar habilidades motoras finas, tareas motoras gruesas, caminar, pensar lógicamente, estudiar…

Si el niño tiene muchas oportunidades de vivir experiencias sensoriales y motoras como bebé y niño pequeño, el cerebro madura secuencialmente y sus transiciones de integración bilateral se realizan sin problemas. Cuando se trata de ciertas funciones y tareas, el niño establecerá el dominio lateral y el cerebro comenzará a especializarse en un lado del cerebro.

Lateralidad

La lateralidad describe un cambio importante en el cerebro del niño. El cerebro comienza a reconocer que quizás una mano o un pie de un lado son mejores en ciertas habilidades que la mano o el pie del lado contrario. Es preferible que el niño escoja un pie, un ojo, un oído y una mano dominantes, preferiblemente en el mismo lado del cuerpo para prevenir confusión en el cerebro. Si el niño muestra signos de dominancia mixta, significará que existe un cierto desorden, lo que podría generar problemas de aprendizaje a medida que va creciendo.

Dominancia Mixta

Si el niño muestra signos de dominancia mixta, normalmente utiliza manos, pies, ojos y oídos alternados para diferentes tareas o cambia de un lado a otro para diferentes actividades.

Muchos niños tienen una dominancia mixta y no muestran signos de problemas de aprendizaje, pero para algunos, esto puede crear confusión en el cerebro cuando se trata de su capacidad de aprendizaje. El razonamiento detrás de este concepto es el hecho que los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro almacenan información diferente. Por ejemplo, la información visual entra por el ojo izquierdo y se almacena en el hemisferio derecho, donde toda la información auditiva entra por el oído derecho y se almacena en el hemisferio izquierdo del cerebro.

 

Etapas de la Integración Bilateral

Lo sorprendente de la integración bilateral y el dominio lateral es que ambos van de la mano. Por ejemplo, un niño pequeño puede comenzar a colorear con ambas manos, pero irá evolucionando hasta “elegir” su preferencia para la mano derecha o izquierda para colorear, dibujar y escribir a medida que crezca. Según Carol Kranowitz la integración bilateral se desarrolla a medida que los bebés crecen y aprenden a mover sus extremidades y torsos. A medida que se desarrollan, a veces los movimientos son simétricos, a veces ocurren en direcciones opuestas, y otras veces coordinan movimientos entre las extremidades. La integración bilateral se realiza por etapas.

Integración Bilateral Simétrica

Cuando el niño está en el proceso de desarrollar su integración bilateral simétrica, ambos lados del cuerpo se reflejan entre sí. Al observar a su hijo, notará que cada lado de su cuerpo refleja el movimiento o la acción exacta al mismo tiempo. Por ejemplo, su hijo puede acercar las manos a la cara al mismo tiempo, aplaudir y mover las piernas al mismo tiempo.

Integración Bilateral Recíproca

En esta etapa de la integración bilateral, un lado del cuerpo hace exactamente el movimiento o la acción opuesta del otro lado del cuerpo. Gatear o arrastrarse son buenos ejemplos de esta fase. Girar un brazo hacia adelante y el otro hacia atrás también es otra muestra. Otras actividades que incorporan la bilateralización recíproca en su hijo pueden incluir caminar, subir escaleras, ir en bicicleta, saltar, nadar… Todas estas son actividades rítmicas que siguen los patrones de movimiento recíproco.

Integración Bilateral Asimétrica

Esta es una fase muy importante y crítica de la integración bilateral del niño. Cada lado del cuerpo aprende a realizar una tarea diferente y separada, pero ambas partes cooperan en la misma actividad. En esta etapa, el cerebro debe coordinar dos corrientes de pensamiento experto. A medida que el niño desarrolle su integración bilateral asimétrica, comenzará a usar sus habilidades de modo que, por ejemplo, con una mano coloreará el dibujo en un papel, mientras que con la otra mano sostiene el papel… La mano dominante hace la tarea principal, mientras que la mano no dominante estabiliza la acción.

Cruce de la Línea Media

En la etapa anterior, el cerebro ha logrado el objetivo de coordinar ambos lados. En esta fase, cruzar la línea media equivale a las extremidades o los sentidos cruzando una línea imaginaria que baja por el cuerpo, dividiéndolo de derecha a izquierda. A partir de aquí es cuando el niño puede empezar a driblar una pelota de fútbol, patear con el pie dominante en un pase cruzado, golpear una pelota con un palo y tocarse los dedos de los pies con las manos opuestas.

Desarrollo Bilateral de Habilidades Académicas

Esta etapa acumula todos los movimientos y logros previos de las fases anteriores y los pone a trabajar. Las competencias académicas se basan en una buena integración bilateral y en un desarrollo sólido de los cruces de la línea media. Sin la habilidad de cruzar la línea media suavemente, el estudiante tendrá dificultades con la lectura y la escritura. Por ejemplo, cuando un niño está leyendo, los ojos deben seguir toda la línea antes de pasar a la siguiente línea de texto. Sin habilidades de integración bilateral bien desarrolladas, los ojos seguirán las primeras palabras y luego se detendrán, para continuar con el resto de las palabras en esa línea. Esta pausa significa que su hijo no puede cruzar instintivamente la línea media con los ojos.

A medida que empezamos a comprender las etapas por las que atraviesa un niño para dominar la integración bilateral completa, podemos comprobar sus habilidades para determinar cómo están progresando y, si es el caso, corregir posibles disfunciones. Cuanto mejor observemos las diferentes etapas por las que pasa el desarrollo de un niño, mejor tarea preventiva podremos desarrollar, siempre en beneficio de la capacidad de aprendizaje del niño.

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